Decisiones, decisiones

Acabo de tener una conversa harto interesante con la Maca.

El tema fue lo que se abre en el futuro inmediato, especialmente respecto de mi idea de subir el pelaje de mis servicios y, junto con eso, de mis clientes y, obvio, de mis ingresos. Hablamos sobre lo que tengo a favor; la educación, el roce, la imagen, el, como diría mi suegro, ser GCU. Aunque siempre habrá quién se sienta por sobre todos los demás. También sobre mis habilidades y criterio artísticos y, sobre todo, sobre mis aspiraciones y temores.

Hablamos sobre la necesidad de crear el “personaje” del artista exitoso que hace matrimonios porque quiere y puede, del que se retira de la carrera de Derecho en una buena Universidad para irse a estudiar Arte a otra igual de buena o mejor, del que estudió en colegio caro y luego en los EEUU, del que se atreve a ser diferente y que finalmente aprende a sacarle partido a esa diferencia que no es realmente excentricidad pero la bordea de cerca.

Hablamos de dejar atrás al típico fotógrafo del rubro; ese ser percibido por el público como picante, borracho y mal agestado, que suele anidar en las puertas de las iglesias esperando algo de las sobras del fotógrafo “oficial”. De marcar las diferencias y usarlas a nuestro favor, de mostrarle al público otra forma de ser fotógrafo, el Artista Fotógrafo de Bodas.

Recordamos el consejo que me dio la Marita Holdaway sobre reconocer, conciliar y juntar mis dos facetas principales; la del artista muerto de hambre y la del fotógrafo ganapán. Pensamos que realmente tenía razón, que mi posibilidad de surgir pasa por asumir esta dualidad y aprender a explotarla al máximo.

Hablamos de la posibilidad de relanzar mi carrera de Artista Plástico en base a si misma y también en base a lo anteriormente expuesto, de los beneficios cruzados que se pueden obtener...

Hablamos sobre muchas cosas que ahora tengo que pensar con calma.

Estudios y Vestidos de Novia

Antes que nada;

¡¡¡¡Feliz Cumpleaños Maca mi Amorrrrrr!!!!

En estos días las cosas han estado algo movidas. Todo el equipo que hemos comprado, todas las deudas que con la Maca hemos adquirido, todas las posibilidades que se nos abren, las buenas y las malas, nos tienen nerviosos y expectantes, como que en cualquier momento puede pasar cualquier cosa.
De hecho es así, un botón de muestra es el espacio para Estudio que apareció casi por arte de magia casi a la vuelta de la esquina. Como si nada surge una posibilidad remota pero real de arrendar el primer piso, o parte de éste, de una casa con vitrina a la avenida Las Condes en cuyo segundo nivel funciona el taller de una modista de trajes de Novia establecida y con buena clientela.
Veamos;

-A favor tiene la cercanía con mi propia casa, la visibilidad que me daría la dicha vitrina, el flujo constante de potenciales -casi seguras- clientas que la modista me traería, el buen nivel de dichas clientas, que están dispuestas a pagar medio millón o más por su vestido, el posicionamiento al que puedo aspirar si aprovecho todo lo anterior, la diversidad de cosas que puedo realizar en ese espacio que en esta casa no tengo cómo.

-En contra tiene que es tremendamente caro, más si pensamos que no tengo realmente una base establecida de clientes que me asegure el ingreso suficiente como para lanzarme en esta aventura. Esto significaría la posibilidad de pasarla sufriendo para apenas pagar el arriendo si las cosas no resultasen o se moviesen más lentas que mis expectativas, en otras palabras; trabajar para la casa más que para mí. En contra tiene también que el espacio es compartido y no demasiado grande y por tanto tengo que pensar en mis equipos y materiales, creo que por ese mismo dinero o menos puedo conseguir un espacio más apropiado y grande, aunque en una ubicación menos privilegiada y sin el chorreo de clientas que la modista puede significar.

Me cuesta decidir.