martes, enero 31, 2006

Algo tan cliché como "Cuatro mujeres y un destino", o algo así.

Ayer fue un gran día. Comenzó algo complicado pero terminó como nunca. Ustedes que me conocen saben que mi experiencia previa con el desnudo en mi fotografía es suficiente como para no sorprenderme tan facilmente. Bueno, ayer sí que me sorprendí. Y bastante. Muy de vez en cuando, para no decir que quizá es la primera vez, una sesión de desnudos trasciende la mera exposición de figuras y cuerpos para transformarse en una increíble exposición de personalidades, aspiraciones, sueños, deseos, temores, frustraciones, trancas (derribadas), miedos, esperanzas y, por sobre todo, diversidad.
Habitualmente la necesidad de hacer estas sesiones sale desde mí, investigando las posibilidades expresivas o eróticas de la desnudez. Normalmente soy yo quien anda reclutando modelos, buscando quién pose para mi trabajo. Normalmente esos desnudos tienen mucho más de mí y menos de quien posa, que sólo se limita a prestarme su figura, su cuerpo, para ejercer mi oficio y mis obsesiones. Normalmente es así.
Ayer, sin embargo, y para felicidad de todos los presentes, fue completamente al revés. Un grupo de amigas sintió el impulso de romper el tabú, de liberarse de tantas cargas y prejuicios, de cometer una locura individual y colectiva. Apoyadas unas en otras pero con fuegos propios, qiusieron desnudarse.
Autoafirmación un tanto del cuerpo y otro tanto del alma.
Fuí el testigo privilegiado de ese momento. Suena a frase hueca o hecha, pero no. En absoluto. fuí testigo y, lo que es mejor, canalizador.
Más allá de la calidad de las fotos resultantes, lo que más me impresiona es ese feeling de comunión que se apoderó del momento. Risas nerviosas que dan paso a risas cómplices. Unas copas de "valentía" al comienzo y un brindis al final.
Bello momento y buenas fotos.
Todo bien y que se repita.
De hecho, así va a ser.
Emilio
P.D.: Ya habrá fotos.

domingo, enero 22, 2006

Trasnoche y Estreno

Finalmente me decidí a crear uno de estos. Hasta hace poco sentía que era una completa inutilidad gastar mi tiempo en un weblog, pero he comenzado a entender el valor de mantener una línea abierta con el mundo.
Acabo de pasar una larga noche en vela y a esta hora ya voy pensando poco.
Quienquiera que lea esto es totalmente bienvenido a opinar de lo que sea, salvo para intentar venderme nada. Espero que mi próxima entrada sea algo más interesante... o al menos coherente. Por ahora voy a dormir unas horas.
Luego subiré algunas fotos que he tomado últimamente y otras que, si bien no son mías, me inspiran y guían mis ideas.